viernes, 28 de febrero de 2014

Sebastiano Ricci






Belluno, 1659-Venecia, 1734            
Nació en Belluno y a la edad de catorce años se trasladó a Venecia, donde fue discípulo de Federico Cervelli. Habiéndose marchado a Bolonia por motivos personales, entró en el taller de Giovanni Gioseffo dal Sole y colaboró con Carlo Cignani. En sus primeras obras destaca la influencia de los tenebristas y el uso del claroscuro. Más tarde viajó a Parma, donde trabajó para Ranuccio II, duque de Parma. Asimismo, realizó para este duque la decoración del Palazzo Farnese, en Piacenza. Gracias a este mecenas, se trasladó a Roma para completar su formación. Allí conoció la obra de Annibale Carracci y Pietro da Cortona, que ejercieron una poderosa influencia en su pintura, junto con Veronés, Magnasco y Luca Giordano. Para la familia Colonna, pintó en su palacio La gloria de Marcantonio Colonna. Viajero infatigable, también visitó Milán y Padua. En 1702 se trasladó a Viena para trabajar en la decoración del palacio de Schönbrunn. Por esa época, su estilo se vuelve más elegante y delicado. También trabajó en Florencia, en el Palazzo Marucelli-Fenzi, donde su pintura acusó la influencia del rococó
Al. regresar a Venecia, colaboró durante varios años con su sobrino Marco Ricci. En 1712 ambos fueron llamados a Inglaterra por lord Burlington. Allí trabajó también para el duque de Portland, realizando una serie de escenas del Nuevo Testamento; algunos bocetos al óleo de esta obra se encuentran repartidos entre la National Gallery de Washington y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. De regreso a Italia, visitó París, donde fue admitido en la Académie Royale de Peinture. Fue entonces cuando conoció a Jean Watteau y a otros jóvenes artistas franceses. Posteriormente regresó a Venecia y continuó trabajando para distintos clientes, entre los que se encontraba la casa de Saboya, para la que realizó La expulsión de Agar, hoy en la Galleria Sabauda de Turín. Murió en Venecia en 1734 

Museo Thyssen-Bornemisza

SOY UCRANIANA

martes, 25 de febrero de 2014

Giorgio Vasari





¿Quien era Giorgio Vasari?  Cuando buscamos información sobre algún artista del Renacimiento, normalmente encontramos...según Vasari...

Giorgio Vasari nació a Arezzo en 1511 y murió en Florencia en 1574.  Quiso ser, por encima de todo, historiador y lo consiguió. No quiso narrarnos simplemente los hechos que ocurrían, ha vida de los 32 autores que nos dejó sino que tambien nos ayuda a distinguir al bueno del mediocre y al excelente del bueno.


Como artista me voy a Arte Historia a ver que dice:

 Nacionalidad: Italia
Arezzo 1511 - Florencia 1574 
Pintor y arquitecto
Renacimiento Italiano 
Cinquecento

 Vasari inició su carrera pictórica en Florencia durante el año 1524, relacionándose con Andrea del Sarto y sus discípulos Rosso y Pontormo. Esta influencia del Manierismo florentino enlaza con la admiración hacia los trabajos deRafael y Miguel Ángel, cuyas notas se aprecian también en la producción de Giorgio. 





Catedral de Florencia. Decoración de la cúpula

En la década de 1530 se traslada a Roma donde se empapará del estilo de los grandes maestros del Cinquecento, interesándose también por Salviati y los venecianos. Gracias a su ecléctica cultura y erudición contactará con el circulo literario que rodeaba al cardenal Alessandro Farnesio, recibiendo los necesarios apoyos para iniciar sus primeros trabajos de consideración: el ciclo decorativo del Palacio de la Cancillería. La arquitectura también le interesará durante su estancia en la Ciudad Eterna. En 1550 aparece publicada la primera edición de las "Vidas de los más sobresalientes arquitectos, escultores y pintores", su trabajo más conocido y por el que mayor fama ha obtenido, siendo considerado una fuente excepcional para el conocimiento del arte italiano y que servirá de referencia a otros artistas para elaborar un trabajo similar en sus respectivos países como Antonio Palomino en España. En 1568 aparecerá una segunda edición ampliada donde se incluyen artistas contemporáneos, sirviendo este libro como exaltación de Miguel Ángel y el arte renacentistaflorentino.En 1560 Vasari regresa a Florencia donde llevará a cabo el proyecto arquitectónico de la planificación de los Uffizi así como la reestructuración y decoración del "Palazzo Vecchio", trabajando también en Roma bajo el auspicio de los papas Pío V y Gregorio XIII, decorando la Sala Regia del Vaticano. Junto a otros arquitectos intervino en la construcción de la villa del papa Julio II iniciada en 1552. Uno de sus mayores logros en Florencia será la fundación de la Academia de Dibujo en 1561 bajo la protección de Cosme I.

El baño de Venus


 Iglesia de Santa Croce (Florencia). Tumba de Miguel Angel


 La flota cristiana en Mesina
 Palacio de los Uffizi (Florencia)
 Palacio de los Uffizi (Florencia)
 Palazzo Vecchio (Florencia). Apartamentos de Eleonora de Toledo
 Palazzo Vecchio (Florencia). Apartamentos de Eleonora de Toledo

 Palazzo Vecchio (Florencia). Escalera
 Palazzo Vecchio (Florencia). Escalera

 Palazzo Vecchio (Florencia). Terraza de Juno
 Palazzo Vecchio (Florencia). Terraza de Juno



Palazzo Vecchio (Florencia). Sala de los Quinientos

 Palazzo Vecchio (Florencia). Sala de los QuinientosPalazzo Vecchio (Florencia). Sala de los Quinientos

 Palazzo Vecchio (Florencia). Sala de los Elementos


Palazzo Vecchio (Florencia). Sala de los Elementos

miércoles, 19 de febrero de 2014

MIS INTELIGENTES AMIGAS DICEN



ESCUELA DE LA HAYA




Frente al Romanticismo dominante en la pintura holandesa de mediados del siglo XIX, surge como reacción en la década de 1870 la obra de un grupo de pintores que continúan la tendencia realista manifestada en la escuela paisajística del Barroco Holandés, reflejando en sus paisajes, tomados directamente del natural, el ambiente real de la Holanda decimonónica. Inspirándose en laEscuela de Barbizon francesa, sus vistas están captadas a "plein air", eligiendo el color gris como tono característico. 
La denominación Escuela de La Haya fue acuñada por el crítico J. van Santen Kolff con motivo de la Exposición de Artistas Vivos en la Academia de Dibujo de La Haya en el año 1875, describiendo así la tendencia realista de los artistas que se incluyen en ella: Josef Israëls, Jacob Maris, Anton van Rappard, Anton Mauve o Georg-Hendrik Breitner. Todos ellos estuvieron influidos por las obras de Corot o Millet, tratando también en sus lienzos temas relacionados con la miseria de campesinos y pescadores. Con estos artistas contactó Van Gogh durante el tiempo transcurrido entre las Navidades de 1881 y septiembre de 1883, especialmente con su pariente Mauve.


Ref- Arte Historia

martes, 18 de febrero de 2014

Paul Joseph Constantin Gabriël







Paul Joseph Constantin Gabriël (1828-1903)

Paul Gabriel nació en  Amsterdam.  Su padre, escultor, murió cuando el tenía cinco años.  Desde muy joven tuvo que ayudar a mantener su familia pintando retratos. En 1840, Gabriel  empezó a ir a clases nocturnas  en la Academia de Amsterdam, discipulo de varios profesores, incluyendo al paisajista  Barend Cornelis Koekkoek. Desde 1853 hasta  1856 vivió en  Oosterbeek, cerca de  Arnhem. Con otros artistas jóvenes como  Anton Mauve  y Gerard Bilders  se dedicaron a retratar la naturaleza.  Despues de una corta estancia en   Amsterdam, vivió desde   1860   hasta  1884 en Bruselas y pasó el resto de su vida en   Scheveningen.
En Bélgica continuó pintando temas típicos holandeses.  Distinto a otros artistas de la Escuela de La Haya, utilizó colores claros y vivos.    
   

Yo cuento la historia verdadera


Breogán nació en Irlanda.  Sus padres, aunque  se ha contado por ahí que era unos hippies, en mis investigaciones he averiguado que en realidad eran bardos.  Cuando su familia lo vio,  al observar un niño tan guapo y robusto, en vez de decir lo que diría un gallego- "tu serás funcionario"- dijeron "tu serás DIOS".  Tanto le repitieron la historia que Breogán se lo creyó totalmente y se autoproclamó rey. Como sucede siempre, le surgieron muchos enemigos y más cuando se enamoró de la diosa de los caballos Epona. Para resumir: en una "confabulación judeo masónica" (como así se conocería años despues), se reunieron en una ciudad de la galia  Donn, el dios de la muerte, Daghdha, el buen dios, el dios del trueno Taranis y otros varios venidos de lejanas  tierras.  Los druidas aconsejaron a Breogán que hiciera el amor y no la guerra y a eso se entregó con la diosa de la guerra EPONA.  

En un día de reflexión,  entre polvo y  polvo,  pensó que el había venido a este mundo para ser dios no rey, así que dialogó con el DIOS PADRE Lugh.  Lugh consultó el oráculo y le dijo:  Saca tu barco del puerto deportivo, embarca en él a tu mujer y animales  y surca el mar hacia Finisterra.  Cuando divisaron tierra dieron saltos de alegría "Que bonito"  que bonito"!  (tengamos en cuenta que aun no había esos molinillos). Al desembarcar se dejaron llevar por el viento

Planearon sobre rías y verdes campos.  Se quedaron admirados por las vacas rubias y los cerdos celtas. Las sencillas gentes se arrodillaban al verlos pasar sobre sus cabezas y rezaban.
De repente Epona dijo: "Ahi nos quedamos".  En ese  momento se cumplió el deseo de los padres de Breogán. Se autoproclamó Dios de Lugus (por  el dios padre Lugh). En poco tiempo, por unas pequeñas batallitas llevadas a cabo por Epona, fue nombrado dios de toda la GALIZIA- pero esa es otra historia...

Yo lo que pretendía contaros, antes de este prólogo, es lo del sol.

Es de todo el mundo conocido eso de LA CICLOGENESIS EXPLOSIVA ENCANDENADA.   Desde el año pasado no vemos el sol,  nuestros órganos internos, piel y extremidades están sufriendo cambios evidentes asi que NUESTRO ACTUAL DIOS, ABEL, hijo de Breogán  acordándose del hecho "do seu antergo" ordenó construir un arca  


Todo el pueblo nos hemos puesto a la tarea y las obras ya están casi terminadas

En ella embarcaremos a nuestra familias, incluidos animales. El negocio de moda, en este momento en la ciudad, son los chalecos salvavidas, incluidos los de los bichos

En casa nos encontramos el problema de Guizmo.  Ella dice que se siente como un capitán, que el barco es su casa y jamás la abandonará
Hoy HA SALIDO EL SOL
¿Será un espejismo?  ¿Nos hemos gastado los ahorros de toda nuestra vida en una obra faraónica que no vale para nada?

Pues no, embarcaremos, sacaremos nuestras palomas  y conquistaremos nuevos pueblos cabalgando sobre nuestros caballos alados

 Que nadie nos ataque, solo queremos soñar


lunes, 17 de febrero de 2014

Jacob Maris




JACOB MARIS (1837-1899), Pintor holandés. Primero estudió en la Academia de  Antwerp y más tarde, durante una estancia en París, en el estudio de Hebert ( 1865 -1871).  Regresó a Holanda  al estallar la guerra franco-prusiana y murió allí en   1899.   Aunque empezó a pintar,  cuando era muy joven, escenas domesticas e interiores es por sus paisajes por lo que se hizo famoso. Es el pintor de los puentes y molinos, de los viejos muelles, torres, playas, del agua, de los cielos brumosos. En todas sus obras, tanto acuarelas como óleos o en sus grabados, el tema está siempre subordinado al efecto.  Su arte es más sugerente que decorativo y su fuerza no parece depender de un método preconcebido,  La mente del artista parece comunicarse con el espectador con un instinto pictórico directo y solo tenemos que observar su admirable balance de composición y perspectiva para entender una  habilidad   que roza a veces  el impresionismo. Maris  nos ha mostrado el paisaje holandés con toda su atmosfera. Su obra se  ha exhibido en   the Royal Academy, Londres, en Edinburgo (1885), Paris, Bruselas  y Holanda. 

domingo, 16 de febrero de 2014

Johan Barthold Jongkind (1819-1891)






Johan Barthold Jongkind nace el 3 de junio de 1819 en Lattrop, en el este de los Países Bajos. A los 16 años deja la escuela y empieza a trabajar con un notario, pero en 1837, su madre, viuda desde hace un año, lo autoriza a partir a La Haya para seguir estudios en la Academia de dibujo. Jongkind se convierte en alumno de un célebre paisajista al aire libre, Andreas Schelfhout (1787-1870). En su biografía de Jongkind en 1918, Etienne Moreau-Nélaton dirá: "Uno de los dones más valiosos que recibe de Schelfhout es la iniciación a la acuarela rápida del natural, dando el aspecto completo de un paisaje por aguada de colores sumaria, superpuesta a un dibujo vigoroso y muy estructurado".




Sus obras de juventud traducen un apego por la tradición de los pintores paisajistas holandeses del siglo XVII. En primer lugar, por la composición de sus cuadros: horizonte bajo –un tercio para la tierra y dos tercios para el cielo–, diagonal ascendente de izquierda a derecha, pequeños personajes que pueblan el paisaje; pero también por la elección de los motivos: los canales, los patinadores, los molinos, aun cuando a Jongkind le interesa más la manera de plasmar la luz y la atmósfera que lo pintoresco del tema.
En 1845, Jongkind tiene un encuentro decisivo. Estaba en La Haya para asistir a la inauguración de una estatua de Guillermo de Orange-Nassau, llamado el Taciturno (1533-1584), príncipe alemán, Estatúder de Holanda, cuando el pintor Eugène Isabey (1803-1886) lo invita a su taller de París.



En 1846, Jongkind integra el taller de Isabey y se convierte en su alumno. En París se encuentra con varios personajes, principalmente Daubigny, Baudelaire, Nadar, Rousseau, Corot... Su carácter jovial le permite entablar amistades sólidas.
El pintor aprecia en particular los muelles del Sena, y el barrio de Notre-Dame se convierte en uno de sus temas favoritos.




Con Jongkind, la pintura paisajista francesa del siglo XIX forja vínculos con el paisaje holandés del siglo XVII.
En la luz de sus cuadros, por la atmósfera que se desprende, se observa la influencia de Corot a quien admira.
Pero la composición sigue siendo clásica como en El puente de la estacada: una gran diagonal y el cielo que ocupa, con los elementos arquitectónicos, los dos tercios superiores del cuadro. Con la representación de esta pasarela de metal y hormigón armado, testimonio de la actividad humana (el trabajo de los pescadores, los peatones en el puente...), Jongkind encarna también la "modernidad" tan del gusto de los impresionistas.



Jongkind accede a cierto reconocimiento durante sus diez primeros años en París. Expone en el Salón en 1848, recibe una medalla de tercera clase en 1852, y el Estado adquiere el Puerto de Harfleur en 1851 y El puente de la estacada en 1853. Es conocido por sus claros de luna y sus vistas de París.
Pero su situación financiera sigue siendo precaria, sobre todo cuando en 1853 le suprimen la beca que le había concedido el rey Guillermo I durante sus estudios en La Haya. Espíritu atormentado, Jongkind es con frecuencia víctima de delirios paranoicos, fragilidad acentuada por el exceso de alcohol. La ausencia de recompensa en el Salón de 1855 termina por deprimirlo. Admite su tormento en una carta a Eugène Smits: "Lo que he sentido es increíble... ni siquiera me han otorgado una mención honorífica, nada".




Lleno de deudas y harto de las decepciones, Jongkind regresa a Holanda. Sin embargo, no rompe los vínculos con Francia. Pasa una estancia en París en 1857, recibe una medalla de plata durante una exposición en Dijon en 1858, participa en el Salón de 1859 y vende sus lienzos casi exclusivamente en París por intermedio del marchante Pierre-Firmin Martin. Pero en Holanda, Jongkind sigue bebiendo y las deudas se acumulan de nuevo.


Al enterarse de su estado, sus amigos, a iniciativa del conde Doria, organizan una subasta para ayudarle. Noventa y tres artistas, entre ellos, Corot, Daubigny y Diaz, participan donando cada uno una obra. El fruto de la venta permite enviar al pintor Cals a Holanda, en abril de 1860, a pagar las deudas de Jongkind y traerlo de vuelta a París. Es el inicio de un período fecundo para el artista.



De vuelta en Francia, Jongkind recobra cierto equilibrio psicológico, gracias a la presencia a su lado de Mme Fesser, una holandesa casada con un francés que se hace cargo de él. Asimismo, durante esos años Jongkind afirma cada vez más claramente su propio estilo y se libera de la influencia de sus antiguos maestros.


A partir de 1862, Jongkind regresa a Normandía, una región que había descubierto junto a Isabey quince años antes. Allí traba amistad con Boudin (1824-1898) y conoce a Monet (1840-1926) y a Bazille (1841-1870). Se encuentran regularmente en la granja Saint-Siméon, punto de encuentro de los pintores de la época.


Jongkind actúa como guía de los artistas más jóvenes. En palabras de Boudin: "Jongkind empezaba a hacer aceptar una pintura cuya corteza un poco dura ocultaba un fruto excelente y de lo más sabroso". Y acerca de sus acuarelas: "Está hecho con nada y, sin embargo, la fluidez del cielo y de las nubes se traducen con una precisión inimaginables", en tanto que Monet reconocerá más tarde: "Jongkind hizo que le mostraran mis esbozos, me invitó a venir a trabajar con él, me explicó el cómo y el porqué de su método, completando así la enseñanza que yo había recibido de Boudin. A partir de ese momento se convirtió en mi verdadero maestro, y es a él a quien debo la educación definitiva de mi ojo...".
Honfleur y su región ofrecen a Jongkind "todo lo necesario para realizar bellos cuadros".
Después de los paisajistas ingleses como Constable, Turner y Bonington, de Corot y de los pintores de Barbizon, da primacía junto con Boudin a la observación directa de la naturaleza.

Pero Jongkind no es un pintor al aire libre. Frente a su motivo, realiza acuarelas en las que se afirma toda su maestría. Después utiliza esas vistas para pintar sus lienzos en el taller: "Él los pintaba 'del natural', pero es preciso ponerse de acuerdo sobre lo que significa esta expresión en sus labios o bajo su pluma. Un cuadro de Jongkind "del natural" no es una copia directa del motivo elegido. Es la reproduccción del mismo tema tratado en el terreno con la acuarela. Su obra de borrador es una acuarela. Con su pincel de acuarelista capta directamente la impresión de la naturaleza" (Etienne Moreau-Nélaton).
Dotado de una gran memoria visual, Jongkind puede reconstituir en el taller paisajes captados unos años antes. Así pinta paisajes holandeses hasta el final de su vida, cuando en realidad el último viaje a su país natal había sido en 1869.

Por la frescura de su visión y su pincelada fragmentada, Jongkind es considerado con razón como un precursor del impresionismo. En 1863, cuando exponía tres cuadros en el Salón de los Rechazados, entre ellos Ruinas del castillo de Rosemont (museo de Orsay, donación Moreau-Nélaton), el crítico Castagnary escribe estas palabras premonitorias: "En él todo yace en la impresión". Sin embargo, Jongkind no puede ser considerado como un líder. A él no le preocupa el aspecto intelectual de la pintura y sólo piensa en reproducir intuitivamente sus sensaciones visuales. Es más, no participará en la primera exposición impresionista en 1874.



 Jongkind pasa los últimos veinte años de su vida en el Nivernais y después en el Delfinado con viajes a Suiza, Bélgica y al sur de Francia, donde realiza numerosos estudios.
Sin embargo, su equilibrio mental sigue siendo precario y el alcohol lo sigue consumiendo. Progresivamente se va refugiando en el círculo íntimo de la familia Fesser, sus estancias en París son más espaciadas.
No obstante, goza cada vez de mayor consideración en la capital entre los marchantes de cuadros. Liberado de las preocupación financieras, encuentra en la acuarela su medio de expresión esencial. A través de esta técnica espontánea expresa mejor, sin duda, su virtuosismo. La influencia que ejerce en la generación de los impresionistas se explica principalmente por la ligereza con la que sugiere la luz, el centelleo del agua y del aire.




 Hacia el final de su vida, su técnica se hace más audaz. Simplifica sus motivos, resalta sus acuarelas mediante pinceladas coloridas de gouache y no duda en emplear el blanco del papel como un color suplementario.



Jongkind fallece el 9 de febrero de 1891 en La Côte-Saint-André, en Isère, donde se había retirado a partir de 1878 con Mme Fesser. Una venta de sus cuadros organizada en diciembre de 1891 obtiene un gran éxito, que consagra a un artista ya reconocido por sus homólogos. Manet lo calificaba de "padre del paisaje moderno", y en la obra que le dedica en 1927, Signac sitúa a Jongkind "ese renovador del paisaje moderno entre Corot y Monet".