domingo, 8 de agosto de 2010

EL ASPECTO ECONÓMICO DEL VIAJE NEERLANDÉS DE DURERO


En 1515 el emperador Maximiliano concedió a Durero la asignación anual de cien florines. Esta cantidad tuvo mucha importancia para el maestro de Nurember. En la Roma de esa época Rafael, doce años más joven, había acumulado una fortuna considerable. Según Condivi, Bramante, muerto el año anterior, "gastó descomunalmente y, aunque la pensión que le concedió el Papa era cuantiosa, la encontró insuficiente para cubrir sus necesidades". En julio de 1520 Durero emprendió su viaje a los Paises Bajos. Su razón principal era presentarse en la Corte imperial- no porque la fama de este gran pintor alemán hubiera movido a alguien a llamarle allí, sino sólo para suplicar humildemente a Carlos V el reintegro de la asignación anual que los concejales de Nuremberg habían juzgado conveniente suspender tras la muerte del emperador Maximiliano


Durero, entonces un hombre de casi cincuenta años, acompañado de su esposa y una criada, viajó pagando sus propios gastos, contando dolorosamente cada cuarto en este viaje que duró doce meses. En su diario dejó una descripción minuciosa de cuanto viera, hiciera o gastara. El Obispo de Bamberg, a quien presentó dos pinturas, una xilografía y un grabado, le obsequió, pagó la cuenta en la posada y le dio un salvoconducto para las aduanas, así como tres cartas de recomendación. Entre Baberg y Colonia cruzó treinta y dos puestos de aduana sin pagar los derechos; sólo le falló el salvoconducto del Obispo cuatro veces, y con gran enojo tuvo que dejar un depósito. Así siguió hasta Amberes , ganándose la vida por el camino. Vendió dibujos, aguafuertes y grabados de su propia mano o de la de los díscipulos: Sebald Fischer me compró en Amberes dieciseis de la pequeña Pasión a cuatro florines. Además, treinta y dos libros grandes a ocho florines. Además seis Pasiones grabadas a tres florines" Es meticuloso en devolver favores: "Di al maestro Joachim (Patinir) arte, (es decir, una o varias obras suyas) por valor de un florín porque me prestó su aprendiz y colores". Trocaba su "arte" por vino, comida, objetos curiosos y otras cosas, bajo la apariencia cortés de un cambio de regalos; dibujó el retrato de innumerables personas, entre ellos Tommaso Bombeli, un rico genovés, comerciante de seda, y sus dos hermanos; en cambio fue invitado a cenar doce veces con el señor Tommaso.


Poco despues apuntó; "Además, el hermano de Tommaso me dio un par de guantes a cambio de unos aguafuertes por valor de tres florines": Los retratos en dibujo de uno de sus anfitriones, que le regaló un pedazo de coral blanco, son actualmente uno de los tesoros más apreciados del Museo de Francfort. Pasó a Bruselas, donde Margarita, Regente de los Países Bajos y tía del nuevo emperador, le prometió ayuda. El agradecido Durero le regaló un aguafuerte de su Pasión. En una larga lista de dones y contradones, cambiados con muchas personas de Bruselas, no se le olvidó apuntar " seis personas que retraté en Bruselas no me han dado nada"



Pero Durero tuvo que volver a Aquisgrán para presentar su memorial al Emperador. Por fin, en noviembre, recibió su Confirmatio de Carlos V "con gran dificultad y trabajo", y a través de las páginas de su diario se saca la impresión de que únicamente entonces pudo gozar realmente de su viaje. Es un poco más desprendido con el dinero.



Siempre había sido vanidoso, de lo cual se reían sus amigos. Su barba traicionó su debilidad. "Comenda me multiphariam nostro Alberto Durero: Hacedme saber si aún corta y riza su barba", escribió el Doctor Lorenz Behaim a Willibald Pirckheimer. Ahora gastaba más en ropa, zapatos y guantes que durante la primera parte de su viaje, y compró una interesante colección de objetos curiosos. ¡Incluso jugaba un poco! Tambien a partir de entonces, sus peregrinaciones se convirtieron en un verdadero viaje artístico y, dondequiera que fuera, se le recibía con gran ceremonia en los gremios artísticos




En medio de los preparativos para el viaje de regreso, a Durero se le honró con la petición de que dibujara el retrato del rey Cristián II de Dinamarca, cuñado del Emperador. El dibujo a carboncillo gustó: "Tuve que comer con el Rey y fue muy afable conmigo". Al día siguiente, "por orden del rey de Dinamarca, acudió a bruselas una vez más.



Allí no fue sólo un espectador en el banquete dado por el emperador en honor del rey Cristian II, sino que tambien recibió una invitación para asistir al que el el rey danés ofreció en recíproca correspondencia: "El domingo antes de Santa Margarita el rey dio un gran banquete en honor del Emperador, doña Margarita y la Reina de España, y me invitó, y yo tambien comí allí" Casi en el mismo instante añade: "Me invitó el maestro Jobst, el sastre, con quien cené"



En Julio de 1521 Durero etaba de nuevo en casa. Economicamente el viaje no habia sido fructuoso: "A pesar de de todas mis obras y gastos, ventas y demás negocios, he tenido poca suerte en los Paises Bajos en mis tratos con personas de las clases alta y baja y, en particular, Doña Margarita no me ha dado nada a cambio de todas las cosas que le regalé y le hice"- A pesar de eso, por sus costumbres prudentes, "a lo largo de muchos años de gran esfuerzo y trabajo y con la ayuda de Dios". Había ahorrado la cantidad de mil florines que decidió invertir en 1524. Murió cuatro años más tarde, a la edad de cincuenta y siete años.



Durante su estancia neerlandesa Durero se enteró de la muerte de Rafael, acaecida en Roma en la primavera de 1520. A la edad de 37 años este favorito de Papas y íntimo de cardenales y príncipes dejó una fortuna calculada en 16.000 florines, que comprendía una casa, un palacio, viñedos y terrenos cerca de Roma- todo lo cual adquirió durante una vida activa de apenas dos décadas llevada, además, en lujo y esplendor

CATEDRA- arte. grandes temas

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